Pisar las mismas baldosas
abrir la misma puerta
despertar en la misma habitación
de ayer
de hoy
de siempre
me exilio en esos lugares familiares
y a la vez novedosos
porque en ellos encuentro
que mi lugar no existe
que mi cuerpo no es mi cuerpo
y que mis cosas no son mis cosas.
Y siento que debería correr y alejarme
buscar un espejo que refleje mi rostro
mas ¿adónde ir, cuando los mapas
confunden el norte con el sur,
el sol sale de noche
y la lluvia cae hacia arriba?
No sé quién soy.
No sé dónde estoy.
Sólo sé que la secuencia se repite
como un círculo vicioso
que nunca muere y siempre nace,
y que intento caminar con zapatillas
que quedaron pequeñas hace rato