Yo soy yo, y a la vez no soy yo, y ya no sé qué me pasa. Me estoy transformando en un ser extraño. Me odio, y a la vez me obligo a ser menos dura conmigo misma. Ya no siento pasión por las cosas, ya no siento interés en hablar con personas, y hasta incluso ya no siento que tengo una vocación o un propósito en la vida. Soy inútil, y soy patética. Quier achicarme mucho, mucho, mucho hasta que nadie me vea, o hasta desaparecer por completo. Porque existir así no es existir.