Todavía hay gente que piensa que el rol de la mujer es limpiar, planchar, lavar y cocinar. Como si siempre tuviéramos ganas de hacer eso. Como si fuera necesario saber eso. Como si supiéramos hacerlo. También sos una mujer realizada si te casás y tenés hijos. Y una casa para poder limpiar, planchar, lavar y cocinar.
Y si no contás con nada de lo que mencioné arriba fracasás como mujer. Retrógrado, ¿no?
Hay que aceptar que todavía vivimos en una sociedad machista, y que en muchos casos hay un "feminismo" de boca para afuera. Feminismo es reivindicar el derecho que tenemos como mujeres (y me gustaría resaltar como personas) de hacer lo que se nos dé la gana, sin que seamos criticadas. No es la que está más maquillada; la feminista es una mujer libre, que hace lo que desea con su cuerpo y con su vida.
Y quiero destacar el término sociedad machista porque, en efecto, hablamos de "machos" y no de hombres. Hay varias conductas que, en general, un "macho" no puede hacer. Los hombres también están estereotipados, y quizá ¡más que nosotras mismas! La idea de "macho" está basada en un instinto casi animal; el más guapo, el más fuerte, el más rudo. El hombre como especie es un animal "racional", que se distingue de los otros animales por tener la capacidad de pensar y expresar sus emociones. Entonces, ¿por qué restringir lo que es por naturaleza normal?
Nos basamos en un modelo cultural obsoleto, absurdo e irreal; las mujeres no son barbies, los hombres no son machos. No es normal. No es sano. Y si escribo esto es porque sé que todavía nos autoencasillamos y sufrimos, y porque todavía hay estereotipos. Y sobre todo, porque nos hacemos los liberales, los diversos, los tolerantes pero aún discriminamos al que no sigue las pautas establecidas, que tan estúpidas e inservibles son.
Sean libres y felices.