treinta días

Treinta días y hacemos las valijas. O quizás las desarmamos. Treinta días de si me quedo o si me voy. Treinta días y por cada puerta cerrada se abrirán dos. Treinta días, y el blanco no va a ser más blanco, y el negro se va a hacer gris. En treinta días el hogar se convierte en casa, y a la larga la casa en propiedad. En treinta días despierto o cierro los ojos.

Treinta días y hago clic.
Treinta días y hago stop.