se hospedaba en las narices
las brisas ya eran cálidas
y los chicos corrían en camiseta
una mujer se abanica; su frente
está empapada en sudor.
Vos tenías un solero celeste
y los labios pintados de rosa.
Sonreíste, y tus dientes también
¿por qué ya no usaste más
los labios rojo carmín?
Tu pelo parecía brillar
cuando el sol le daba de lleno.
Te apartabas los mechones de la cara
¿por qué tu pelo era dorado,
si antes color avellana fue?
Parecías encogida,
como si te hubieran secado al sol.
Te ofrecí helado y dijiste que no
¿por qué tu alacena estaba vacía
y se notaban tus costillas?
Te miré, y parecías otra persona
Te miré, y no supe quién eras.
Podrías haber sido una extraña
¿por qué tu trato era distante,
y tu mirada se alejaba de mí?
¿por qué agitabas la mano?
¿por qué me decías adiós?